EDICIÓN ESPECIAL 82 ANIVERSARIO (2/2)
Amigos lectores:
I.
En el último texto -página 9- de esta segunda entrega de Experiencia del ensayo venezolano, Corina Yoris-Villasana nos devuelve a Cecilio Acosta (1818-1881). Ubiqué su texto allí de forma deliberada, como broche pertinente para nuestro aniversario: Acosta es, a la vez, voz fundadora y voz fundamental del ensayismo venezolano. Dice Yoris-Villasana: “La trayectoria de Acosta marca el final del siglo XIX en una Venezuela donde se comenzaron a materializar los anhelos por lograr un país impregnado de valores ciudadanos”.
II.
A diferencia de Yoris-Villasana, que concentró su aporte en un escritor, Alberto Fernández R -autor con el que arrancó Experiencia del ensayo venezolano en la edición del 10 de agosto- menciona a 12, aunque pone foco en dos autores activos: Gabriela Rangel y Luis Pérez Oramas.
III.
Esta diferencia me abre las puertas para decir algunas cosas sobre las dos entregas, que merecen ser leídas en secuencia. Muestra que hay unos autores que son altas referencia, faros del ensayo venezolano: Mariano Picón Salas, Guillermo Sucre, Eugenio Montejo, Ana Teresa Torres, Hanni Ossott, entre otros. También, que el ensayo tiene para algunos autores -como María Pilar Puig Mares– un carácter festivo, o es como un prisma para aproximarnos a la verdad, como sugiere Nelson Tepedino.
IV.
Me gustó la visión ancha y porosa del ensayo presente, por ejemplo, en Sagrario Berti -que habla de un fotoensayo de la artista Suwon Lee-, o en Sara Maneiro -que nos remite los aforismos de Víctor Guédez-. Me interesó la sugerencia de Pedro Plaza Salvati sobre un libro de Roberto Echeto. Me sorprendieron los textos de Batina Barrios Ayala (que comenta un libro casi imposible de conseguir, de Humberto Cuenca); Héctor Torres (se refiere a uno reciente de Manuel Llorens); Guillermo Barrios (sobre la reciente exposición de Marylee Coll) o Juan Carlos Santaella (que pone a nuestra consideración a un autor que no conocía, Francisco Castillo Lander). Celebré que Silda Codorliani haya recordado a ese poeta, narrador, ensayista, traductor y editor singular e incomparable, tempranamente fallecido, Alejandro Salas (1960-2003). Y así.
V.
¿Hacia dónde se dirige esta parcial y azarosa recapitulación? A su más obvio propósito: invitar a leer a los ensayistas venezolanos, no solo porque nos conciernen de muchas maneras, también porque resulta un universo pródigo y revelador de ideas, asociaciones posibles, caminos abiertos para conectarnos con cuanto nos rodea. El ensayo tiene una propiedad que lo asemeja a la poesía: ofrece a cada lector un algo que le compete de forma exclusiva: un susurro, una idea, una imagen, un chasquido que despierta.
VI.
Me quedo con esta inquietud: una invitación más amplia, que incluyese a personas de las ciencias sociales, de la filosofía, de la historia, la economía y de otras disciplinas afines, hubiese enriquecido estos resultados, con otros autores, también decisivos. Me quedo con esa tarea pendiente. Sigo.
VII.
Lo dicho: hoy circula la segunda parte de Experiencias del ensayo venezolano. Vienen los textos de 40 autores: Keila Vall De La Ville, Laura Margarita Febres, Leonardo Rivas Lobo, Leopoldo Tablante, Lourdes Graciela Fierro Bustillos, Lourdes Sifontes Greco, Luciana Kube Tamayo, Luis Mancipe León, Luis Moreno Villamediana, Luz Marina Rivas, Margarita López Maya, María Antonieta Flores, María Elena Ramos, María Josefina Barajas, María Pilar Puig Mares, María Ramírez Delgado, Miguel Gomes, Mirla Alcibíades, Nasly Ustáriz, Nelson Tepedino, Oriana Reyes, Pedro Plaza Salvati, Oriette D’Angelo, Ramón Piñango, Sagrario Berti, Sara Maneiro, Silda Codorliani, Silvio Salas, Sonia Chocrón, Thays Adrián Segovia, Tomás Straka, Tulio Hernández, Víctor Guédez, Violeta Ibarra Bruzual, Wolfgang Gil Lugo, Beatriz Alicia García, Carmen Verde Arocha, Isaac González Mendoza y Corina Yoris-Villasana: aquí, como en la primera parte, abundan las pistas, cabos para atraparlos y tirar de ellos.
VIII.
No circularemos los fines de semana correspondientes a los días 24 y 31 de agosto. Volvemos el 7 de septiembre.
A todos ustedes, amables y consecuentes lectores, insisto en decir gracias y desearles cosas buenas.
Nelson Rivera.
